"¡Las novelas y sus frases maravillosamente diabólicas que te atrapan y no te dejan tranquila! Desde el mismo instante en que la lectura se apoderó de mí, quise conservar las palabras, sentí la necesidad de copiarlas en una libreta, como si así dejara mi huella sobre los escritores que me gustaban. Así que opté por copiarlas en mi cuaderno de gastos, una libreta que sabía que nadie excepto yo miraría. No podía quedarme los libros: elegí ocultar las pepitas de oro"
Hoy empiezo la reseña de esta historia "La lectora de Jade", con una de las perlas con las que nos deleita la autora, Frédérique Deghelt, poniéndola en boca de la abuela de Jade, Mamoune, cuando habla de su pasión por la lectura, esa pasión que ha mantenido escondida durante casi toda su vida....
Bueno y una vez que creo que os he abierto el apetito por leer esta historia, os diré que a mi se me abrió el apetito por esta lectura cuando leí su título, y a renglón seguido la sinopsis..¡¡otro libro sobre libros!!, !!la suerte me sonríe!!, y este sí que es de verdad un libro que gira en torno al amor por los libros y por la escritura pero también en torno al amor entre una nieta y su abuela, el amor a la vida y el amor de pareja...
Jade es una joven de treinta años que vive en París, periodista de profesión, aunque su sueño es ser escritora,y aspira a serlo algún día si consigue publicar la primera novela que ha escrito y que es rechazada una y otra vez por los editores. Acaba de romper una relación invadida por una rutina vacía de amor y piensa en su futuro con poco optimismo pensando que ya es demasiado mayor para hacer todo lo que le gustaría hacer aunque no quiere rendirse a vivir sin ilusiones pero el destino le tiene preparado un giro radical a esa vida un tanto anodina que lleva y que cambia radicalmente cuando se entera de que su abuela, que vive en el campo alejada de la urbe parisina, va a ser ingresada en una residencia de ancianos. Sin pensarlo dos veces Jade secuestra literalmente a su abuela , con gran regocijo por parte de esta última y se la lleva a vivir a su piso de París...empieza así una nueva vida tanto para Jade como para su abuela Jeanne, a la que Jade desde siempre ha llamado cariñosamente Mamoune..
Y así empieza una convivencia cómplice en la que Jade irá descubriendo poco a poco a su abuela más allá de lo que conocía de ella y de sus recuerdos dulces de infancia, pasados en el campo en casa de Mamoune, irá descubriendo a su Mamoune como a una mujer con carácter, decidida y ¡culta!, que además de trabajar en una fábrica y criar a cuatro hijos, tuvo tiempo, pasión y coraje para además de aprender a leer, dedicarse a leer, a escondidas por supuesto, ya que en esa época la lectura era un hobby reservado a los ricos, dejando para las gentes del campo la única lectura de la Biblia...Jade empieza así a conocer de verdad a su abuela y a valorarla aún más de lo que ya lo hacía, así que cuando le cuenta que ha escrito una novela que no consigue publicar, su abuela no duda ni un momento en hacer todo lo posible para que la novela de su nieta vea la luz, convirtiéndose así en su lectora más crítica, revisando minuciosamente la novela e imponiéndose como reto personal ver publicada la novela de su nieta..
Se establece una complicidad entre nieta y abuela que les devuelve la vida y las ilusiones a ambas, por un lado Mamoune se ve libre por fin de leer sin tener que esconderse, de poder hablar con su nieta de libros leídos, de saborear el placer de tener en sus manos esos libros que ama sin sentirse culpable, de aprender a navegar por internet para seguir aprendiendo en esta sociedad que avanza tan deprisa... adaptándose con rapidez y alegría a la gran ciudad tan diferente de esas montañas en las que ha pasado toda su vida..., en definitiva es feliz en esta nueva vida que comparte con su nieta a la que agradece infinitamente que la haya salvado de morir de pena en un hospital para viejos.....Y Jade por su parte está feliz de ver feliz a su abuela, de poder compartir con ella su amor por la lectura, y de comprobar como con la edad que tiene su abuela la vida todavía no se ha acabado, aún quedan muchas cosas por aprender, experiencias por vivir y sueños por cumplir....Jade se abre de nuevo al mundo con ilusión, desecha sus miedos y conoce el amor de nuevo..
Creo que no he contado mucho más de lo que se revela en la sinopsis del libro, este es el hilo argumental de la novela, una novela mágica en todos los sentidos, desde la relación de respeto, complicidad y amor que establecen las dos protagonistas del libro y se respira a través de cada página, hasta esas conversaciones en las que ambas se desnudan su alma frente a la otra, así como los recuerdos que va desgranando Mamoune de su vida desde que conoció a su marido hasta que éste falleció, y de como entre todos esos años el mundo de la literatura se deslizó en su vida para quedarse para siempre...
"Antes de irme a dormir empiezo a leer mi regalo. Es la primera vez que mi nieta me compra una novela. Llegó ayer por la noche con aire misterioso y un paquetito. No tuve ninguna duda de que era una novela en cuanto lo vi: un libro voluminoso, ¿pero cuál? Desgarré el envoltorio mientras ella me observaba atentamente: Orgullo y prejuicio, seguido de Sentido y sensibilidad, de Jane Austen, en una magnífica encuadernación en cuero. Ya no me acordaba de que le había dicho que no había leído mucho a esta autora, y que me apetecía descubrirla. —Tienes mucha suerte porque aún no los has leído — me dijo Jade con la envidia imposible que toda lectora siente al redescubrir por primera vez lo que una vez leyó y amó"
Una novela narrada a dos voces, la de Jade y la de Mamoune, dos puntos de vista de la vida, el maduro, vivido y aún con ilusión por aprender y el joven, temeroso, y pesimista con el futuro.. el comenzar de la vida adulta con el final de ella que confluyen en un amor en un común: la literatura. Una historia que la autora cuenta con una dosis justa de narración en forma de pensamientos en primera persona de las protagonistas y de diálogos que agilizan la historia. Es una historia que se lee con facilidad, agradable, entrañable sobretodo gracias al personaje de Mamoune que se hace querer desde el primer momento y no deja de sorprendernos hasta el final de la historia.. una historia que la autora termina de una manera que no nos esperamos y que aparte de dejarnos ojipláticos nos deja pensando después de leer la última letra del libro, suspendidos nuestros pensamientos en el epílogo de la historia, una historia agridulce a partes iguales que merece la pena leer y disfrutar.
Mi valoración: 4/5
Sobre la autora:
Frédérique Deghelt es periodista, escritora y realizadora de televisión francesa.
En 1995 publicó su primer libro, Mistinguett, la valse renversante. Deghelt es también autora de otras siete novelas, entre ellas La vie d’une autre (2007), adaptada al cine, y La lectora de Jade, ganadora del Prix Solidarité en 2010.
Actualmente reside en París.
Y cambiando totalmente de género, el sábado terminé "La sonrisa de las mujeres" de Nicolás Barreau, un libro ameno, entretenido, divertido, de lectura rápida que nos lleva a las calles parisinas, y que en mi caso sirve de puente entre libros más intensos, de esos que te hacen pensar, sufrir, sentir y terminar de leerlos con esa desazón que te deja lo que te remueve por dentro y te llega al alma..
